miércoles, 8 de septiembre de 2010

Origen y desarrollo

Se tienen noticias de la violencia en el fútbol desde principios del siglo XX, tanto en los partidos del fútbol argentino como en los partidos entre Argentina y Uruguay, tanto en Montevideo como en Buenos Aires. Pero el hecho que trascendió se produjo en el último partido del Campeonato Sudamericano de 1916, que definiría al campeón, disputado el 16 de julio de 1916 en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires. Debido a la sobreventa de entradas, 40 mil personas se acercaron a ver el partido en un estadio que sólo podía albergar a la mitad. El encuentro fue suspendido debido a los desmanes producidos en las tribunas, que terminaron incendiadas.

Curiosamente, el primer superclásico (partido entre Boca Juniors y River Plate), disputado en 1913, terminó con un enfrentamiento de las hinchadas. También el primero disputado en la era profesional, en 1931, finalizó con disturbios. Luego de que tres jugadores de River se negaron a retirarse del campo de juego tras ser expulsados, las hinchadas se enfurecieron y comenzaron una batalla campal.

El primer asesinato relacionado con el fútbol argentino se produjo en Montevideo, Uruguay, en 1924. El 2 de noviembre, tras disputarse el último partido del Campeonato Sudamericano que coronó a Uruguay, se produjeron incidentes frente al hotel donde se alojaba el seleccionado argentino, interviniendo en la pelea hinchas uruguayos e hinchas y jugadores argentinos. Durante los incidentes, el argentino José Lázaro Rodríguez disparó contra Pedro Demby, quien fallecería el día después. Rodríguez logró escapar y regresar a la Argentina, gracias a la ayuda de jugadores argentinos, en un buque que partió una hora antes de lo programado y no fue interceptado por la policía. La policía uruguaya logró identificarlo gracias a una fotografía publicada el 4 de noviembre en el diario argentino Crítica, en donde se lo veía cenando con jugadores argentinos. Fue detenido el 24 de ese mes, pero nunca fue deportado.

El 14 de mayo de 1939, en el estadio de Lanús, la violencia se cobró sus primeras víctimas fatales. En un partido por la cuarta división entre Boca y el local. Tras una falta cometido por un jugador de Lanús, los jugadores comenzaron a pelearse. Al ver esto los hinchas de Boca quisieron derrumbar el alambrado e invadir el campo de juego, lo que motivó que la policía realizara disparos para dispersarlos. Pero un policía, llamado Luis Estrella, disparó hacia la tribuna, alcanzando a dos espectadores: Luis López y Oscar Munitoli, un menor de 9 años.
A partir de la década de 1990, la violencia y la cantidad de víctimas creció aceleradamente. El 9 de agosto de 2007, fue asesinado Martín Gonzalo Acro, barra brava de River Plate, como parte de un enfrentamiento entre dos sectores de Los borrachos del tablón. Por la muerte de Acro, vinculado con el sector que dirige Adrián Rousseau, fueron detenidos varios barra bravas, entre los que se encontraba Alan Schlenker, líder de la otra fracción que disputa el liderazgo.

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